En un mundo cada vez más afectado por el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la degradación del ambiente, las soluciones basadas en la naturaleza representan un factor clave para los esfuerzos de regeneración y mitigación del cambio climático de las próximas décadas.

Estas soluciones se basan en el poder de la naturaleza para restaurar, conservar y proteger nuestros ecosistemas y, al mismo tiempo, mejorar la calidad de vida de las personas. Pero primero debemos restaurarlos, y esa es una tarea colectiva. Con esa premisa surgieron los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Que son un conjunto de 17 objetivos globales que fueron adoptados por los 193 estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2015, a la que también adhieren los gobiernos del estado nacional, de Misiones y el municipal de Posadas y que también tomamos como desafíos propios en la “Cámara Misionera de Empresas Constructoras y Afines” (CAMECA).

Estos objetivos representan una visión compartida de un futuro sostenible para todas las personas, en todas las partes del mundo. Son un plan de acción para lograr un futuro mejor para todos.

Estos objetivos son universales, ambiciosos e integrales, y representan un compromiso para trabajar juntos para modelar el futuro sostenible, de modo que sea inclusivo y que no rompa los equilibrios del sistema global, en los cuales entran en juego los aspectos climáticos.

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Los ODS se dividen en tres dimensiones: económica, social y ambiental. Los objetivos económicos se centran en la creación de oportunidades económicas, la reducción de la pobreza y la desigualdad, y la construcción de infraestructura sostenible. Los objetivos sociales se centran en la mejora de la salud, la educación, la igualdad de género y la protección de los derechos humanos. Los objetivos ambientales se centran en la protección de la biodiversidad, el clima y los recursos naturales.

Abordan los desafíos más urgentes que enfrenta la humanidad, como la pobreza, el hambre, la salud, la educación, la igualdad de género, el cambio climático, la biodiversidad, la paz y la justicia.

Aspectos sociales, económicos y ambientales del desarrollo sostenible requieren de la cooperación y la solidaridad entre todos los países y las personas, sin dejar a nadie atrás.

La CAMECA y su propuesta de ICC

Un “índice de cambio climático” (ICC) es una herramienta que mide la vulnerabilidad de un país o región a los impactos del cambio climático. Se calcula a partir de una serie de factores, como la exposición a fenómenos meteorológicos extremos, la vulnerabilidad socioeconómica y la capacidad de adaptación. El ICC se utiliza para identificar las regiones más vulnerables al cambio climático, evaluar el impacto del cambio climático en las sociedades y fundamentalmente para priorizar las acciones de adaptación y mitigación del cambio climático.

Existen varios índices de cambio climático, cada uno con su propio enfoque y metodología. El Índice de Riesgo Climático Global (IRC), elaborado por la organización no gubernamental Germanwatch, es uno de los índices más conocidos. El IRC mide la exposición y la vulnerabilidad a los fenómenos meteorológicos extremos, y se basa en datos de 182 países y regiones.

Los índices de cambio climático son una herramienta importante para comprender los impactos del cambio climático y para tomar medidas para reducirlos. Y como entendemos que nuestra industria, la de la construcción, como todas las demás; tienen un gran impacto en el medioambiente, decidimos empezar a implementar un valor de control para ir mejorando paulatinamente los procesos productivos de nuestra actividad, por ejemplo, trabajando fuertemente en la necesidad de reciclar mucho del material que antes se desechaba, bajando incluso de esa forma los residuos que genera la construcción.

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Indicador de Cambio Climático de la Construcción

La “Cámara Misionera de Empresas Constructoras” (CAMECA) hizo concreta su propuesta de ser una industria más amigable con el medioambiente con el compromiso asumido de disponer del “Indicador de Cambio Climático de la Construcción”.

El objetivo perseguido es desarrollar indicadores específicos que permitan mejorar la eficiencia y resolución en el sector cuidando el ambiente. Con el mismo se realizará la trazabilidad de la huella de carbono e hídrica en la construcción, fomentando el empleo verde en Misiones. Para fomentar esta lógica, nos enfocamos en un trabajo articulado entre los distintos sectores y áreas temáticas, promoviendo la incorporación de nuevas formas de organización, aprovechamiento de materiales y la incorporación de consideraciones de sostenibilidad en las elecciones cotidianas.

Desde la firma del convenio en la cámara se decidió una serie de instancias previas, indica el presidente Ing. Julio Resek. “… Primero vinieron presentando su producto distintos proveedores, para informarnos sobre la huella de carbono de distintos productos de los proveedores, fundamentalmente, de la zona”. “… Es esencial discernir con claridad lo que implica el concepto “huella de carbono”, ya que los productos que logremos se fabriquen acá, justamente contribuye a bajar la incidencia sobre la huella”.

En distintas reuniones los expositores fueron los representantes de empresas como “CERÁMICA GARUAPÉ”, cuyo proceso tiene baja huella como resultado de las acciones que ejecuta esa empresa para  la mitigación, puesto que dispone de varias hectáreas de bosque nativo, lo que colabora a que la emisión sea menor o casi nula en sus productos.

También disertó la empresa “ACUSCIEL SA”, cuyos productos son grandes colaboradores para disminuir la huella. Del mismo modo que la empresa “MACOMA ENVIRONMENTAL TECHNOLOGIES” que producirá nano pinturas ecológicas refractantes para techos fríos y sistemas foto catalíticos.

En otro momento también estuvo “BECK ENERGY”, presentando los termo tanques y paneles solares.

Y también hubo una disertación sobre la gestión de residuos. Con una tarea consistente en el rubro se trabaja con un programa de higiene y seguridad, al que se suma un programa ambiental en la obra cuyo objetivo es optimizar el uso de materiales y minimizar los desperdicios de obra.

“En términos generales y desde mi punto de vista -explica el presidente de CAMECA- fue muy positivo, porque ya empezamos a ver qué materiales tienen mayor y menor huella carbono y comprendimos los fenómenos que forman parte del proceso, vital para que cada socio pueda aplicarlo con un plan a futuro en su empresa y de esa manera aportar al compromiso general que asumimos como cámara de aportar a la reducción de la huella de carbono en nuestra actividad” ratifica Resek.  

A su turno, la gente de la ASOCIACIÓN DE PRODUCTORES, INDUSTRIALES Y COMERCIANTES FORESTALES DE MISIONES “APICOFOM” insistió con su prédica sobre el empleo de la madera como material esencial para la construcción. Que ya no se limita solo a la producción de tablas, sino también a la producción industrial de aberturas, mobiliario estandarizado y todo tipo de objetos con subproductos de la madera. Que ahora además ofrece madera tratada, impregnada con productos, que garantizan mayor perdurabilidad o vida útil, incluso libre de plagas propias de la madera o de afectaciones muy corrientes en nuestra provincia como la humedad ambiental.  

Del mismo modo, asociados de CAMECA tuvieron la oportunidad de participar de una charla dictada por gente de una empresa brasileña, CIMACON, quien desarrolló un software específico para cálculo y medición de huella de carbono.

Próximamente, esperamos contar con una disertación de parte de los técnicos del MINISTERIO DE CAMBIO CLIMÁTICO sobre cómo realizar mediciones y contrastar valores sobre obras de distinto tipo y envergadura.

Con estas acciones se busca proteger, gestionar de forma sostenible y restaurar ecosistemas naturales o modificados.

Es esencial la adaptación y reducción de riesgos ante las inminentes consecuencias del cambio climático. Las soluciones basadas en el respeto a la naturaleza promueven el desarrollo de ecosistemas resilientes, que disminuyen el riesgo de cambio climático causante, entre otras catástrofes de inundaciones, tormentas, y olas de calor.

Y una herramienta para incentivar a cambios en los modelos productivos es la utilización de bonos de carbono, generados a partir de soluciones basadas en la naturaleza. Estas representan una herramienta para abordar los desafíos ambientales y sociales que enfrenta nuestro planeta. Desde la restauración de ecosistemas hasta la implementación de infraestructuras verdes y prácticas más sostenibles, que demuestran cómo podemos trabajar para, por y con la naturaleza, para construir un futuro sostenible.

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Para que las soluciones basadas en la naturaleza contribuyan a la mitigación del cambio climático, debe disponerse del financiamiento necesario por parte del sector privado. Una parte de la financiación necesaria podría obtenerse mediante el uso responsable de los bonos de carbono desarrollados a partir de soluciones basadas en la naturaleza y que se prioricen los beneficios a la biodiversidad y las comunidades locales.

Hoy en día, los bonos de carbono son herramientas fundamentales para que las soluciones basadas en la naturaleza se promuevan, resultando clave para la mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero en todos los sectores.

Es necesario generar conciencia en procedimientos menos contaminantes a la par de trabajar para generar condiciones y regulaciones que permitan en el futuro canalizarlo a través de la actividad bursátil en los mercados de carbono. El objetivo final es financiar la transformación productiva en pos de lograr los objetivos de reducción de gases de efecto invernadero. Y es una propuesta que ya se viabiliza en Estados Unidos y la Unión Europea, y desde hace unos años con más fuerza en Sudamérica, región que es acreedora ambiental.

“Es indudable el potencial de recursos y beneficios que pueden obtener los sectores productivos de la realización de actividades sostenibles y amigables. Por un lado, la satisfacción de aportar al bien común, además de contar con inventivos económicos para continuar en esa senda productiva y de crecimiento” señaló Julio Resek, presidente de CAMECA.